El mismo día que el gobierno presentaba la renovación de los Precios Cuidados con productos de almacén y tocador se conocieron los datos de inflación del mercado cárnico, uno de los más importantes de la demanda minorista local.
En diciembre de 2019 la carne aumentó un 62,5% promedio respecto al precio que tenía en el mismo mes del año anterior y con un pico de casi el 73% en el caso de las hamburguesas caseras, según el Informe Mensual de Precios del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna (IPCVA) relativo a la segunda semana del mes pasado.
En diciembre de 2019 la carne aumentó un 62,5% respecto al precio que tenía en el mismo mes del año anterior, según el Informe Mensual de Precios del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna (IPCVA) relativo a la segunda semana del mes pasado.
El informe es relativo a la segunda semana de diciembre y se elaboró con datos recogidos en Capital Federal y Gran Buenos Aires.
También fue importante el aumento respecto de noviembre que ascendió al 5,4 por ciento pero los datos interanuales llamaron la atención.
En la diferenciación por cortes que más aumentaron respecto a diciembre de 2018 fueron las hamburguesas que elaboran las carnicerías un 72,8% y la carnaza común un 68,8%.
La falda aumentó el 67,5% y la tapa de asado el 67,3% igual que el osobuco.
La tortuguita trepó un 65,9%, la carne picada común 65,2%, la tapa de nalga saltó un 63,8%, la nalga 63,4%, el peceto 63,3%, el cuadril 63,1% igual que el asado de tira.
La bola de lomo se apreció un 62,8% respecto a diciembre de 2018, el vacío 62,5%, la picada especial un 62%, la cuadrada 61,9%, el bife ancho el 61,8%, el roast beef 61,5%, el matambre 61,4%, el lomo 61,1%.
Finalmente los precios que menos aumentaron fueron el bife angosto que subió un 58,8% en un año, la paleta que trepó un 58,7% y la colita de cuadril que se incrementó 58,1%.
Otros cortes no vacunos tuvieron aumentos importantes. El pechito de cerdo se apreció 56,9% por kilo y el pollo subió 53,1%, lo que significa que el precio de la carne de vaca creció un 4% más que el de la carne de cerdo y un 6,5% más que la de pollo. En 2015 la diferencia a favor de la carne roja era de un 3,2% respecto al pollo y del 1,3 en relación a la de cerdo.