Para investigadores locales, la “urbanización” de estos animales, expuesta por el aislamiento, no es un fenómeno nuevo, incluso en la región, pues hace años se viene alertando que hay entrada de fauna silvestre en conglomerados urbanos, producto de la alteración, reducción y degradación de los ambientes naturales.
¿Están los animales más felices? repregunta el investigador Martín Kowalewski, ante la consulta de si el Covid-19 y el aislamiento social resultan en una mayor cantidad de animales en áreas urbanas.
“La verdad no creo que podamos responder a esa pregunta, pero sí creo que podemos tratar de aventurar una explicación para esta catarata de fotos y noticias acerca de la vida silvestre siendo más visible en tiempos de cuarentena y pandemia” señala.
Por su parte, la investigadora María Emilia García Denegri, sostiene que la visibilidad que está teniendo la aparición de animales silvestres en el peridomicilio debe ser aprovechada para tomar mayor conciencia del rol ciudadano en el cuidado de las especies silvestres.
Así, ambos investigadores exponen sobre el “proceso de urbanización de especies silvestres” que se viene dando con fuerza en muchos lugares del planeta, y que el aislamiento por Covid-19 dejó traslucir con más fuerza.
El Dr. Martín Kowalewski es director de la Estación Biológica Corrientes (MACN-CONICET), investigador del Conicet, presidente de la Asociación de Primatología Argentina y docente de la cátedra Ecología del Comportamiento de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura de la UNNE (FaCENA-UNNE).
En su tarea académica y científica viene trabajando hace años en proyectos de investigación y extensión orientado a la protección de especies silvestres en sus ámbitos naturales, pero también en el cuidado de la fauna silvestre que habita o se desplaza a áreas pobladas.
En tanto, la Dra. en Biología María Emilia García Denegri es docente de las cátedras de “Zoología y Ecología” de la Facultad de Ciencias Veterinarias (FCV-UNNE) y de “Fisiología Animal” de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura (FaCENA-UNNE). Además es referente del Centro Interactivo de Serpientes Venenosas de la Argentina (CISVA), de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNNE.
Consultados desde el área de Prensa de la UNNE, se refirieron a la relación “aislamiento-animales silvestres”, a las características que tiene este fenómeno, que impactos y qué oportunidades brinda a la sociedad la visibilización de esta situación de los animales silvestres desplazándose a las ciudades.
¿Por qué se está generando este fenómeno de muchos animales observados en cercanías de domicilios, calles y otros espacios urbanos?
M. Kowalewski: Lo mencionado es posible porque en muchos lugares donde se cumple responsablemente con el aislamiento social preventivo y obligatorio, existe un menor movimiento de personas, automóviles, colectivos, y demás medios de transporte, resultando en áreas más tranquilas, en pueblos y ciudades más silenciosas.
Los animales silvestres, sin sus amenazas habituales, como los son las personas, sus medios de locomoción y los perros (que permanecen en sus casas con sus dueños), se aventuran entonces en calles de pueblos, en calles de pavimento, entre las casas o entre las luces de las calles y las casas durante la noche.
El avistamiento de animales en sitios poblados está siendo reportado en distintos lugares, como unos carpinchos en algunas calles de pueblos, zorros por las barriadas, y así podemos seguir…
Garcia Denegri: En relación a los reptiles y, especialmente, a las serpientes, su aparición en el peridomicilio se relaciona más estrechamente con el avance de las personas en nuevos lugares alejados tanto del casco central como de sus barrios aledaños.
Las serpientes, por su naturaleza ectotérmica (dependen de la temperatura ambiental para regular su propia temperatura), presentan dependencia con la temperatura ambiental que será diferencial según el momento del año. Si los días son frescos a fríos (otoño avanzado, invierno y principios de primavera) éstos entran en un período de hibernación pero si los días son cálidos, se observarán más serpientes que lo habitual.
En particular, durante la cuarentena, los avistamientos de las serpientes no fueron precisamente más abundantes, quizás por la temperatura un poco más baja y porque las personas y sus mascotas están mayoritariamente dentro de sus hogares y esto se traduce a un menor número de casos de encuentros o concretamente de accidentes ofídicos.
¿Y lo que está ocurriendo en qué medida es un proceso nuevo?
M. Kowalewski: Más allá que muchas de estas noticias son falsas, hay otras tantas que son verdaderas, es entonces un fenómeno nuevo para muchas personas, y la gente se pregunta ¿qué está pasando?
Desde nuestro lugar de trabajo, y otros lugares, venimos contando, avisando y difundiendo que existe un proceso de urbanización de diferentes especies de animales, que hay entrada de fauna silvestre en conglomerados urbanos de diferentes tamaños hace varios años.
Así, en todo el Nordeste de Argentina se sabe de monos aullando en las ciudades, zorros cerca de gallineros o accediendo a basura antrópica, algún yacaré en una zanja y más.
Los procesos de urbanización de animales silvestres están producidos fundamentalmente por la alteración, modificación, reducción y degradación de los ambientes naturales. La continua desaparición de hábitats favorables para la fauna silvestre la empuja a vivir, explorar y desplazarse por ambientes urbanos.
Por ejemplo, en la región Nordeste la deforestación, la fragmentación, los avances de las forestales en desmedro de los pastizales, la alteración de los ríos mediante dragados y canalizaciones, la modificación de los esteros, y el crecimiento inmobiliario desregulado o sin estudios de impacto ambiental adecuados empuja a los animales a esta situación.
Y así con el tiempo se reportan más casos de avistamientos de fauna en la ciudad, más animales electrocutados, atropellados o atacados por perros.
Garcia Denegri: Por lo general, los animales salen de su ambiente natural en busca de alimento, agua o refugio. Como se mencionara, el recorte de sus ambientes naturales por la tala de árboles, la quema de pastizales o la construcción de viviendas en zonas rurales y próximas a cuerpos de agua, altera drásticamente su distribución normal.
Por ende, los animales, como las serpientes por ejemplo, irán a espacios ahora ocupados por humanos, donde puedan obtener a sus presas, beber agua o resguardarse del sol o del frío.
¿Y cómo es el comportamiento de la sociedad frente a los casos de animales en ámbitos urbanos?
M. Kowalewski: Los avistamientos de animales silvestres vienen acompañado en muchos casos por un pedido de la sociedad civil de remoción de esta fauna de sus barrios, de sus casas.
Todo se convierte en una triste historia, pero con final conocido. Degradamos el ambiente, ya sea en forma voluntaria o por omisión, y después no soportamos las consecuencias.
Garcia Denegri: Lo más importante, antes que el temor por la aparición de animales silvestres en zonas pobladas, es aprender a reconocer cuáles son las especies peligrosas y no peligrosas y poder darles un manejo adecuado.
Esta tarea de valorizar a la especie como eslabón funcional en la naturaleza es la que realizamos desde CISVA y que está dirigida a los alumnos, docentes, profesionales de diversas áreas y comunidad en general.
Tenemos la misión de concientizar a la población entera acerca del rol de las serpientes en el ambiente y visualizar a este grupo de animales como especialistas en controlar las poblaciones de animales plagas (ratones, ratas).
¿Estos animales que entran en la ciudad, en el pueblo o en el barrio pueden trasmitir enfermedades? ¿No pasó algo así con el COVID19?
M. Kowalewski: Vamos por partes, algo así pasó con esta pandemia de COVID19 ocasionada por el virus SARS-COV-2. Rastreando el origen de este virus que hoy se transmite de persona a persona, es muy posible que, al ser muy parecido a otros coronavirus presentes en unas especies de murciélagos de China, el virus en cuestión sea de alguna forma pariente de estos virus. Sin embargo, esto está todavía en estudio.
A través de un salto zoonótico y con unos pequeños cambios ocasionados por mutaciones y/o recombinaciones ha llegado de los animales a los humanos, por contactos directo o indirecto, algo que todavía falta por descubrir.
No olvidemos, que, en muchos casos, los animales sometidos a estrés, en mercados de fauna silvestre, en áreas urbanas, o bien en áreas de borde donde sus hábitats están siendo destruidos, están sometidos a situaciones de estrés y entonces estos saltos de patógenos, incluidos estos virus, están de alguna manera favorecidos.
Pero recordemos algunos detalles para no alarmarnos: Primero, esto nunca hubiera pasado si no entráramos en contacto estrecho (en este caso muy estrecho…) con la fauna silvestre; y segundo, hace muchísimos años, millones quizás, existen patógenos que saltan entre especies incluyendo a los primates no humanos y nosotros también y no todos generan enfermedades visibles.
Y por último, podemos disminuir la probabilidad de estos saltos si disminuimos las interfases, la superposición, entre la vida silvestre y sus hábitats y nuestras actividades antrópicas.
Una forma de hacer esto, porque entendemos que no podemos frenar de golpe el uso de los ambientes para producir nuestros alimentos y demás productos, es hacerlo con respeto, en forma sustentable, mediante prácticas de que minimicen el impacto, y generen recursos adecuados y saludables para nuestra subsistencia.
¿Es decir que también la sociedad puede cumplir un rol importante en este aspecto?
M. Kowalewski: Claro, si tienen tiempo, pueden involucrarse en la generación de cambios personales, sociales y políticos para disminuir la explotación desmedida y no controlada de los bosques, pastizales, esteros y demás ambientes naturales de nuestro entorno.
De alguna manera todos somos responsables de lo que está ocurriendo, todos somos susceptibles a estas enfermedades, y todos podemos hacer algo para tratar de que esto no pase otra vez, o al menos no con tanta frecuencia.
Somos vulnerables, y somos parte de este planeta, pero tenemos una ventaja, podemos cambiar nuestro futuro.
Por ahora pedimos a la población evitar el contacto con la fauna silvestre: no comprar animales silvestres, no alimentarlos, no darles agua, no acercarse, y alejar a nuestras mascotas de ellos.
Garcia Denegri: Como sociedad lo importante es reconocer el rol de los animales para el ecosistema.
Por ejemplo, en el caso de las serpientes en general, ya sean venenosas o no venenosas, ellas tienen más aspectos beneficiosos que perjudiciales debido a que son controladoras de plagas por lo cual, su ausencia afectaría más de lo que alcanzamos a imaginar. Por otro lado, ellas tienen muchos depredadores y su importancia también radica en que son alimento de muchos otros animales como aves, otras serpientes ofiófagas (se alimentan de aquellas venenosas) y mamíferos carnívoros como los zorros.
¿Cómo reaccionar entonces ante la aparición de animales cerca de nuestros domicilios?
M. Kowalewski: Creo que si alguien conoce la fauna silvestre puede darse cuenta de si estos animales están solo de paso.
Si es así, una buena opción es sacarle fotos, anotar el día y la hora, y ver que están haciendo, de donde les parece que vienen y adónde van. Después nos pueden pasar la información por el Facebook de la Estación Biológica Corrientes o https://biologicaestacion.wixsite.com/ebco, y vamos recopilando información en un ejercicio de ciencia ciudadana que le llamamos #exploradoresdesdecasa
En caso en que los animales están lastimados o representen algún tipo de amenaza, entonces lo mejor es comunicarse con el centro de rescate provincial. Personal entrenado para la manipulación de animales silvestres acudirán y decidirán lo mejor para los animales.
Garcia Denegri: De tener un encuentro cercano con estas especies lo primero que recomendamos desde CISVA-UNNE (Centro Interactivo de Serpientes Venenosas de Argentina) es NO agredir al animal.
Es la primera y más difícil recomendación de los que promovemos su conservación porque comprendemos que muchos desconocen si es una especie peligrosa o no para las personas.
Como medida inmediata a realizar, en caso de visualizar a tiempo a un ejemplar en la cercanía de nuestro domicilio o del espacio que habitamos, es recurrir a elementos sencillos como un escurridor o una escoba para poder sacarla o alejarla de la casa. En el caso de hallar una persona con experiencia en manejo de fauna, tienen la opción de meterlas en un balde, taparlo con firmeza y permitirle la entrada de oxígeno para luego liberarla lejos, en otro lugar libre de la presencia humana.
En el caso de las serpientes, si se trata de una especie venenosa como yarará grande (Bothrops alternatus) o yarará chica (B. diporus), cascabel (Crotalus durisuss terrificus) o coral (Micrurus altirostris) hay que tener mucha más precaución. Estas especies de ofidios, en particular, desarrollaron un efectivo mecanismo de defensa y también de digestión previa (degluten a sus presas directamente) llamado veneno o ponzoña. Sus grandes colmillos anteriores pueden producir una mordida potente y así descargar su secreción salival venenosa de moderada a alta peligrosidad.
¿Cuáles son las instituciones que pueden actuar en estos casos?
Garcia Denegri. En el caso de hallar a fauna silvestre en peligro o que representa un potencial peligro para las personas pedimos que recurran a la Unidad de Rescate del Centro de Conservación Aguará, ubicado en Paso de la Patria (Corrientes).
Por otro lado, nuestro sitio de Facebook Cisva Vet Unne cuenta con muchos y buenos colaboradores y conservadores de esta fauna en especial que envían fotos de los especímenes encontrados junto a datos sobre su hallazgo que se transforman no sólo en datos relevantes desde lo académico sino más aún en acciones positivas para la fauna local y regional.
M. Kowalewski: Además del contacto con la Unidad de Rescate, reitero esta situación puede ser tu oportunidad de ayudar a conservar nuestra naturaleza.
Si nos quieren ayudar y ven animales silvestres, proponemos sacar una foto o video y observar que están haciendo, tomar notas y manda la información, ubicación y foto o video a Estación Biológica Corrientes, así sabemos más de estas especies para poder protegerlas.
Para quienes están en su casa, pueden jugar y aprender a ser científicos y tomar más notas, por ejemplo, la hora, la fecha, si había sol o llovía, que cosas hizo el animal, si estaba solo o con otros, y todo lo que se les ocurra.