Álvaro Wainer, del emprendimiento de mieles “Don Ramiro” y socio de la Cámara Regional Económica El Zapallar y de Jóvenes Empresarios de Federación Económica del Chaco, representará al Chaco en el Premio Joven Empresario Argentino, organizado por CAME Joven, el sector de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) que representa al empresariado juvenil y el emprendedorismo.
En esta oportunidad, Wainer quedó seleccionado por la FECHACO Joven, para competir en la instancia nacional.
El certamen federal reconoce a emprendedores y empresarios de entre 18 y 40 años que sobresalieron en el desarrollo y proyección de su empresa, consolidando la capacidad competitiva, la innovación, la creación de empleo y generación de riqueza.
“Es un honor haber sido elegido en la instancia provincial para representar a General San Martín y luego a nivel nacional a la provincia de Chaco en el premio de CAME Joven, me hace reflexionar y pensar que estamos como empresa realizando un buen trabajo, que es a lo que apuntamos, dar productos de calidad, como los que nos gusta llevar a casa, sin conservantes, sin aditivos, 100% naturales”, expresó Wainer.
La historia de una empresa familiar
“Si bien esta empresa empezó con el sueño de un niño de once años, hoy es una empresa familiar, en su momento estuvo a mi lado mi padre, ahora me acompañan mi hermano Alfredo y mi amigo Fabián, quienes me ayudan con las ventas en Chaco y Corrientes, y yo me encargo de las ventas en Formosa también”, destacó el joven empresario al recordar cómo fueron sus inicios en la producción de miel.
Asimismo, sostuvo que “la apicultura en mi vida ha estado desde que era muy pequeño, recuerdo que mi abuelo siempre me hablaba de las abejas y de su sueño de ser apicultor, no se en que momento ese sueño se volvió mío y entonces con ahorros compré mis primeras 4 colmenas y por supuesto me enamoré de ellas y hasta el día de hoy no pude parar”.
En un principio, las ventas eran en botellas con miel extraída de cajones, luego la demanda lo llevó a vender en potes y fue ahí donde se necesitó una etiqueta. “Que mejor nombre que Don Ramiro en honor al nombre de mi abuelo que me hizo amar tanto esta profesión, y siento que de algún modo mi sueño cumplió el suyo también”, indicó Wainer, quien también es ingeniero agrónomo.
La empresa, ubicada en la localidad de General San Martín, fue puesta en marcha de forma legal en el año 2005, aunque para ese entonces ya hacía ocho años que el emprendimiento funcionaba en dicha localidad.
El dueño de Don Ramiro sostuvo que además, se dedica junto a su esposa Analía a la venta de conservas dulces y saladas 100% artesanales, que también son distribuidas en provincias del NEA.
“Esperamos seguir creciendo mucho más, aspiramos a tener una fábrica más completa que nos permita producir mayores volúmenes y con alta eficiencia, sin perder el sabor artesanal”, concluyó.