Estos datos parecen alejar cada vez más las previsiones del Ministerio de Economía sobre la inflación total de 2021 y, por consiguiente, hacen prever que este será el cuarto año consecutivo en el que los salarios pierdan poder adquisitivo.
Son varias las consultoras que estiman que de no frenarse esta tendencia, la inflación podría llegar al 60%, un número que duplica la meta planteada por el Gobierno. Mientras tanto, los aumentos de sueldos para este ejercicio rondan el 40%, distribuidos en dos momentos del año, aunque algunas empresas lo repartieron hasta en cuatro.
«El ritmo de devaluación y de actualización de las tarifas de los servicios públicos va por debajo del aumento de los precios. Se logró que la mayoría de las paritarias se alinearan con la meta oficial de 30% de inflación», advierte Idesa, en su nuevo informe Los salarios van a volver a perder con la inflación.
Y continúa: «Si bien el déficit fiscal es muy alto, se moderó respecto al año pasado y se viene aplicando una política monetaria conservadora. La mayor parte del déficit se financió con deuda y el Banco Central llevó al extremo la absorción monetaria con Pases y Leliqs».
Esta descripción es el preámbulo para enfrentar la pregunta que muchos se hacen actualmente: con la aceleración inflacionaria y enfrentando la segunda ola de Covid-19, ¿podrán los sueldos igualar o ganarle a la inflación?
Si se toman los datos del Ministerio de Economía, en los últimos 3 años la situación fue negativa para los ingresos de los trabajadores:
-En 2018 la inflación fue de 3,3% promedio mensual y los salarios crecieron a razón del 2,7% mensual.
-En 2019 la inflación fue de 3,7% mensual y los salarios crecieron a razón de 3% mensual.
-En el 2020 la inflación fue de 2,6% mensual y los salarios crecieron a razón de 2,4% mensual.
2021 será el cuarto año consecutivo en el que los salarios pierdan frente a la inflación.
«Estos datos muestran que, más allá de la pandemia, la Argentina transita un nuevo ciclo de estancamiento con alta inflación y un impacto muy negativo en el salario real. La caída en el salario real de los trabajadores formales desde que se inició la crisis en el 2018 es del 15%. El resto de las remuneraciones, como las jubilaciones y los salarios informales, siguen la misma tendencia», indican desde Idesa.
REACTIVACIÓN QUE NO VA AL BOLSILLO
Carlos Barberena, gerente de Negocios en Bayton, asegura que «el deterioro de poder adquisitivo se profundizaría en 2021. De continuar así, crecería la brecha entre los ingresos y la inflación, pese a la diferenciación por sector y variantes por industria. Esto último se notó mucho el año pasado, como en las industria de desarrollo tecnológico y digitalización, que adecua los salarios de sus colaboradores por encima de la inflación para cuidar los talentos, no solo por la competencia interna de salarios, sino también de la proveniente del exterior con la moralidad remota y a través de uso de plataformas colaborativas».
Aunque los pronósticos sean de recuperación de la actividad productiva luego de la pandemia, con una tasa de inflación por encima del 4% mensual es imposible que los salarios le ganen a la inflación en el 2021.
«Mientras la inflación se mantenga alta no hay posibilidades de revertir este proceso de regresión. Intentar compensar la inflación con mayores aumentos de salarios solo servirá para acelerar el incremento de los precios. Tampoco resulta eficaz reprimir la inflación para que los salarios le ganen a la inflación con atraso cambiario, congelamiento de tarifas públicas, controles de precios y contracción monetaria a través del aumento de la deuda pública», resume el informe de Idesa.