El relato siguió con la vacunación que oficializaron que en diciembre del año pasado la mayoría estaríamos vacunados, pero 7 meses después solo el 13 % de los argentinos tienen las dos dosis, ni olvidemos la negativa durante meses a comprar vacunas para menores y grupos vulnerables por patéticos discursos ideológicos, y lo que viene es muy difícil, mientras continúa el relato de inclusión tras el cierre de los centros educativos, millones de niñas, niños y adolescentes vulnerables no tienen igual acceso a la formación online a distancia, pero tampoco a servicios básicos que recibían en el ámbito escolar, inclusión es el futuro, preparar a los chicos para un mundo complejo y de eso la ausencia del Estado es atroz.
Además, nuestros niños están expuestos a riesgos adicionales de los que, normalmente, están protegidos en los centros educativos y en las redes de protección y cuidados comunitarias más allá del hogar y la familia. Si los recursos y las posibilidades de los más vulnerables ya son limitados, hoy tenemos que añadir más riesgos y peligros.
Los jóvenes más vulnerables y en riesgo de exclusión, especialmente las adolescentes, que ya se enfrentaban a importantes barreras de acceso al mercado de trabajo, por falta de políticas educativas y ahora encontrarán mas dificultades añadidas por el impacto económico y social de esta crisis, y nada se esta haciendo para esto, están todos afuera del sistema, con padres sin expectativas que no pueden transmitir a sus hijos que estudiar en la Argentina va generar un futuro, que ven que la subsistencia depende de la dádiva oficial que no es otro que la terrible presión tributaria convertida en prebenda clientelar agotando los pocos sectores económicos activos en la Argentina .
En definitiva el gobierno NOS MINTIÓ en lo económico, en lo educativo, en lo social, nuestro futuro es preocupante, por eso, es momento urgente de Cambiar.-