Autoridades de esta casa de altos estudios y de la empresa constructora llegaron a una concertación para ejecutar la rescisión del contrato por mutuo acuerdo.
El Decano de la UTN – Facultar Regional Resistencia, Jorge De Pedro, comunicó la noticia durante la 4ª Reunión de Consejo Directivo: “Fruto del diálogo y de numerosas reuniones que hemos mantenido desde el inicio de nuestra gestión, hemos logrado evitar que la situación llegue a una instancia judicial, lo que hubiese significado que por muchos años la Facultad no pudiese disponer de esas instalaciones”, celebró, remarcando además que se arribó a este acuerdo sin que ello represente erogaciones para la institución.
Ya durante el pasado mes de marzo, y tras haber alcanzado un entendimiento, representantes de ambas partes -Facultad y empresa constructora-, acompañados de sus respectivos representantes legales y con el apoyo de áreas técnicas especialistas en obras, se constituyeron en el lugar y procedieron a realizar el inventario y avalúo, tanto de los materiales acopiados como de los trabajos ejecutados y la rendición de gastos por mantenimiento de obra, desde la paralización de los trabajos hasta la fecha de entrega de la misma; todo ello realizado en presencia de escribana pública, quien labró el acta correspondiente. Desde ese momento hasta hoy, equipos de la Subsecretaría de Infraestructura de la Facultad, encabezados por la Subsecretaria Mirta Lagrost, vienen avanzando con trabajos de acondicionamiento del predio y de las instalaciones existentes, tales como desmalezado, cerramientos y la extensión del sistema de alarma monitoreada, a fin de garantizar la seguridad en el edificio.
La UTN Resistencia cuenta con un edificio Anexo, ubicado en la esquina de calle French y avenida Laprida, a 400 metros de su casa central. Las obras en cuestión debían desarrollarse en un sector del mismo, denominado Anexo 4, donde la Facultad había proyectado construir aulas y laboratorios para seguir incrementando su oferta académica, de investigación y de servicios; sin embargo, a causa de diferencias contractuales, la empresa adjudicataria de la licitación paralizó los trabajos en 2016. Ahora, a partir de esta rescisión contractual por mutuo acuerdo y con la consiguiente toma de posesión de la obra por parte de UTN, la comunidad tecnológica podrá comenzar nuevamente a planificar y trazar los caminos que le permitan hacer realidad el anhelo de contar en un futuro cercano con más y mejor infraestructura, cada vez más necesaria para atender a una matrícula estudiantil que no deja de crecer año tras año, así como también hacer frente a los desafíos de la educación presencial pos pandemia.
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