Pali Wachnowski resaltó que «hay decisiones políticas que hay que tomar en materia urgente», en tanto que aseguró que la sociedad berthense tiene que dejar de vivir en la postergación y fue tajante: «El acceso al agua es un derecho humano y no puede ser que en pleno 2023 sigamos dependiendo de la voluntad de que `nos conviden´ un poco o bien, tengamos que comprar a transportes para garantizar que nos podamos higienizar o trabajar».
«Es una de las primeras cuestiones a resolver en el corto y mediano plazo: no es imposible que todo el pueblo tenga agua, solo se trata de organización y planificación: trabajar en un sistema de reservorios y tanques, otra planta potabilizadora y sobre todo, ampliar el parque automotor y la actividad del municipio para garantizar que el agua llegue periodicamente a las familias sin necesidad de que ellas deban acarrear cuadras y cuadras sus baldes, al menos hasta que desde provincia se cumpla con la finalización del acueducto. Con un organigrama y voluntad de trabajo, claramente se puede lograr».
Además, amplió sus declaraciones y dijo: «También el estado local se tiene que ocupar de controlar que el agua que se le lleva a la gente sea apta para el consumo. De nada vale formar una red de distribución que funcione perfectamente si el agua que llega al vecino es turbia y está contaminada», sentenció.
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