Urlich reconoce que si bien se ha avanzado en negociaciones (y el ala que acompaña a Polini en la localidad aspira a competir unificada), «nada está asegurado desde ninguna de las partes hasta el cierre de listas».
En conversaciones con los medios de comunicación locales, Urlich aseguró que se viene trabajando desde el partido para preservar la unidad del frente electoral, mas no deja de considerar a las PASO como el mejor mecanismo para dirimir las diferencias: «No hay que tenerle miedo a las primarias, son una herramienta sana; pero independientemente de ello, creo que siendo oficialismo en la localidad deberíamos garantizar toda la competitividad, los principios y la capacidad en una sola lista».
Consultado por la labor que lleva adelante y sus aspiraciones dijo: «Fui bastante claro en NG Federal y lo voy a seguir siendo en todos lados: yo quiero hacer política, quiero ser candidato. Me parece que no hay mejor carta de presentación que la sinceridad para con los vecinos y en ese sentido trabajo hace muchos años. La sociedad me conoce no sólo como ex presidente de la Juventud Radical sino como un comerciante y productor que vive de su trabajo pero que también se involucra en las luchas colectivas. Quizás no todos sepan mi nombre, no tienen por qué, pero nadie puede negar que estuve siempre donde había que estar dando batalla: el vecino me vio representando en la Cámara de Comercio, en los corsos, en la iglesia, en los clubes e incluso en movilizaciones de vecinos auto convocados. Ya sea liderando o acompañando, siempre estuve aportando lo mejor de mí y por eso hoy hay un importante sector social que me reconoce el mérito y me acompaña en esta intención, porque se siente representado».
LA LABOR EN EL CONCEJO DELIBERANTE
Con respecto a sus aspiraciones, Urlich sentenció: «Entiendo que para el intendente Lovey es difícil conducir los destinos de un municipio tan maltratado y desordenado, por eso considero que el Concejo es un órgano fundamental en esa reconstrucción que hay que hacer, y que tiene que sostener y acompañar al ejecutivo, además -por supuesto- de controlar su actividad».
Para eso necesitamos un Concejo de puertas abiertas, que empodere al ciudadano de a pie, que lo escuche y realmente lo represente en la pugna por sus derechos. Es importante que exista una renovación y ahí juega un rol fundamental el trasvasamiento generacional. No digo que los viejos dirigentes no sirvan, al contrario, los necesitamos más que nunca; pero los jóvenes tenemos otras ideas y podemos aportar frescura e innovación. Se vio en Sáenz Peña estos últimos cuatro años con Bruno Cipolini y su gabinete al frente, se vio en Du Graty cuando Polini sacó adelante un municipio quebrado teniendo más del 60% del gabinete menor a 40 años de edad… Yo que recorrí la provincia de punta a punta y conozco las realidades y herramientas que utilizaron en cada pueblo, ¿cómo no voy a soñar con implementarlas en el pueblo que me vio nacer y crecer? Tengo toda la voluntad de servir a la sociedad, de trabajar en serio codo a codo con todos los quitilipenses de bien, porque sé que los buenos somos más», exclamó.
Sin dudas la sociedad está ante un candidato que se muestra convencido e incentiva a diferentes sectores no politizados de la ciudadanía a involucrarse en las discusiones por la gobernabilidad. Resta ver ahora cómo se resuelven las viejas rencillas del partido político más poderoso de Quitilipi, si «para adentro» pesan más las nuevas ideas o las viejas simpatías.
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