La gran ausencia fue del espacio que gobierna la ciudad, confirmando que tampoco en campaña está dispuesto a rendir cuentas a los vecinos.
Mientras Zárate enfrenta calles deterioradas, servicios deficientes y reclamos de los comerciantes, la gestión eligió el silencio. El faltazo de Estefanía Schatz no solo desnudó la falta de compromiso del oficialismo, sino también el desprecio por una instancia democrática clave donde los vecinos esperaban escuchar respuestas sobre dos años de abandono.
El contraste fue inmediato: quienes sí participaron pudieron plantear proyectos e ideas concretas, y entre ellos se destacó la candidata de HECHOS, Silvina Román, que captó la atención por su claridad y firmeza en el debate. Su campaña disruptiva, con la Pantera Rosa como emblema de frescura y cercanía, también fue mencionada como un sello diferencial que está pegando fuerte en la calle y en las redes.
La ausencia del oficialismo no fue un detalle menor: dejó vacía la silla de quienes hoy administran los recursos públicos y deberían explicar por qué la ciudad sigue postergada. En un momento clave, eligieron callar.
De cara al domingo electoral, la foto es elocuente: mientras Matzkin y Schatz optaron por esconderse, otras voces demostraron que tienen propuestas y coraje para dar la cara. Los vecinos deberán decidir si quieren seguir gobernados por el silencio o por quienes se animan a hablar con hechos.
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