La Meliponicultura es la cría y manejo de abejas nativas sin aguijón para la producción de miel, y en la región NEA investigadores de la UNNE e INTA vienen trabajando en el estudio y conocimiento de “Yateí”, la especie más utilizada por productores del nordeste.
En Argentina la producción de miel de abeja está basada principalmente en la utilización de la “abeja doméstica” Apis mellifera, la especie exótica más difundida a nivel mundial.
En el norte del país existe también tradición productiva con otras especies de abejas, como el caso de Tetragonisca fiebrigi, una abeja sin aguijón nativa de Sudamérica. La especie es conocida popularmente como “Yateí” o “Rubiecieta”.
La miel de estas abejas se consume desde tiempos precolombinos, y actualmente su producción adquirió mayor importancia en poblaciones rurales del norte argentino. La miel de Tetragonisca fiebrigi fue incluida en el Código Alimentario Argentino a partir del año 2019.
Desde la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), en articulación con el INTA y productores locales, vienen desarrollando estudios para profundizar el conocimiento sobre Yateí, cuya biología, genética, reproducción y pautas de manejo no están lo suficientemente estudiados, como sí ocurre con Apis mellifera.
«Promovemos la conservación y el cuidado de las especies de abejas nativas, y en particular a la especie Yateí. El desarrollo de la meliponicultura es una alternativa productiva y puede ser complementaria a la apicultura».
Aparentemente, ambas especies Apis mellifera y Tetragonisca fiebrigi, conviven y utilizan recursos florales similares, según destacó la Dra. Cristina Salgado Laurenti, directora del grupo de investigación “Mieles del NEA”, dependiente de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE.
El grupo Mieles del NEA está integrado por docentes e investigadores de las facultades de “Ciencias Agrarias” (FCA) y “Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura” (FaCENA) de la UNNE, así como de la Universidad Nacional de Formosa, INTA e IBONE (UNNE-CONICET).
La Dra. Salgado Laurenti explicó que la meliponicultura es una actividad sencilla, de fácil implementación y mantenimiento, requiere de poca inversión económica, se puede realizar en ambientes urbanos y en espacios reducidos. Además, no se requieren elementos de protección para el meliponicultor, porque al no tener aguijón, las “yateí” no pican, de esta manera el manejo de las colmenas puede ser realizado por cualquier persona.
Por ese manejo más sencillo, es muy común la existencia de colmenas en balcones o patios de casas y departamentos.
La meliponicultura demanda colmenas más chicas, que se tornan más manejables y las abejas son más dóciles, y frecuentan todo tipo de especies de la flora, incluso especies de jardines domiciliarios.
En cuanto a producción, Yateí produce unos 800 gramos de miel por colmena por año, respecto a los 20/30 kilos anuales por colmena de Apis mellifera, aunque el precio de 1kg de miel de “Yateí” es considerablemente mayor que 1kg de miel de la “abeja melífera”.
Además del aprovechamiento productivo/comercial, la cría de abejas de la especie Yateí contribuye a la conservación de las abejas nativas, como así también de los bosques nativos y la biodiversidad, por ser una importante polinizadora de la flora nativa.
“Pese a ser una producción arraigada en la región, se requiere un mayor conocimiento que aporte un mayor aprovechamiento y puesta en valor de las abejas nativas” insistió la directora del grupo Mieles del NEA.
En ese sentido, un reciente trabajo realizado por la UNNE e INTA aportó al conocimiento de los recursos tróficos utilizados por estas abejas, mediante estudios palinológicos de muestras de miel y reservas polínicas.
Además, se compararon las preferencias tróficas entre T. fiebrigi y Apis mellifera en meliponarios y apiarios, respectivamente ubicados en las provincias de Chaco y Corrientes, dentro de la ecorregión Chaco Húmedo y se analizaron las diferencias en los recursos explotados por ambas abejas.
Así, los resultados preliminares permiten conocer que Yateí aprovecha una amplia variedad de plantas, de las cuales el 77% corresponde a flora nativa y 23% a exótica.
Además, se concluyó que es posible determinar el origen geográfico de las muestras de miel mediante el reconocimiento de los taxa presentes. Un 28% de los recursos nectaríferos la zona estudiada es compartido por T. fiebrigi y A. mellifera.
“Los resultados de la investigación pueden generar información muy útil para ser transferida al sector productivo, a fin de estimular el desarrollo de la meliponicultura y promover el cuidado y conservación de las especies” se destaca en el estudio realizado por los investigadores Guillermo Avalos (FaCENA), Juan Manuel Coronel (FaCENA) Rubén Seijo (INTA Colonia Benítez) y Cristina Salgado Laurenti (FCA-FaCENA).
La Dra. Salgado reiteró que se busca generar conocimientos transferibles al sector productivo y así aplicar un valor agregado al producto.
Comentó que actualmente existe una creciente producción de miel de Yateí, la actividad se realiza en gran parte como “hobby”, y para autoconsumo, pese a ser una miel con alto interés del mercado, por sus propiedades medicinales y buenas cualidades organolépticas.
Por ello, desde el Grupo Mieles del NEA se estima factible incrementar la meliponicultura en la región, tanto como actividad productiva con fines rentables así como una práctica cultural relacionada al cuidado de los recursos naturales.
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